Hace un mes que soy colchón
- aymamucha
- 2 mar
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 10 abr
Historia de Ma.Esmeralda Perisset | Psicóloga @lineas.sinceras
Hace un mes y medio que soy un colchón.
Mi bebé me necesita.
Necesita alimentarse, calmarse, sentirse amado y sostenido.
Sentirse cuidado y protegido.
Hace un tiempo a esta parte, que mi cuerpo no me pertenece. Estoy a su disposición, atenta a su demanda, a su necesidad vital y de apego. Los dos nos fundimos uno en el otro, sin distinguirnos muy bien del exterior.
Ese exterior que me interpela. Me pregunta cuánto tiempo van a quedar los platos sin lavar, o cuando volveré a trabajar.
El mismo que me tilda de improductiva cuando "solo" me dedico a maternar.
Y ahí es donde me invito a frenar.
Freno y observo.
Hago una pausa renovadora a tanta mierda cuestionadora.
Hay trabajo más importante que cuidar?
Con todas las letras, y en todos los sentidos.
Y me amigo con la idea de seguir siendo un colchón.
Mullidito y calentito. Ya sea que duerma, o que llore a los gritos.
Ser colchón es un montón.
Ya sea que maternes o que no.
Estar disponible, es increíble.
Es ordenar las importancias, priorizar lo indispensable por sobre lo que puede esperar.
Y si no puede,
Que aprenda su turno.
Cuántas veces nos juzgamos con el "no estoy haciendo nada", cuando en el fondo, hacemos que las personas se sientan amadas!
Ser sostén,
Que imprescindible!
Acompañar,
No siempre es hacer.
No hacer, es el acto de productividad emocional por excelencia.
Es estar,
Es querer.
Es decir acá estoy, no tengas miedo,
Vos estás primero
Comments