Abrí al mundo mi cicatriz
- aymamucha
- 2 mar
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 5 may
Historia de Marianelly Rodríguez Arroyo | Uruguay | @tikyrodriguezz
Parto. Parir. Abrí al mundo mi cicatriz. Salió de mí, un niño.
Mi cuerpo se hizo grande y pequeño en cuestión de nada. Me sentía un tren que iba camino a descarrilar en cada pujo mientras yo hacía más fuerza. Ni Spiderman me podía parar.
Lo ayudé a salir. Román de mi vida. 3.18 AM del 1.04.22. Nacimos. Esa noche cantamos a los dioses. Adrenalina que nos empapa, estamos en una burbuja del amor.
Segundos después de liberar la cabeza, se despliega muy fácil el cuerpo, desemboca, se expulsa. Suceden unos instantes de aguantar la respiración. La conmoción. Era dos puños de piel y cabello negro, arrolladito. Lloró bajito. Hicimos piel con piel. ¡Cuánta alegría! Abrió los ojos y nos buscó. Se viene ese llanto de agradecimiento. Los corazones abrazando al fuego eterno. ¡Feliz vida gurisito mío!
Semanas después, había adelgazado por debajo de mi peso normal, perdí masa muscular, mis senos padeciendo la lactancia a demanda. Sin poder recuperar la total fuerza o energía que perdí desde el parto. Agotamiento mental. Cansancio. Hambre. Depresión. Insomnio. Dolor de espalda. Calor. Antipatía. Desprecio. Miseria. Diarrea. Fiebre. Delirio. Sueño. Culpa.
No sé cuántas veces en la vida puede pasarte que sientas la sensación de que sos una persona muy diferente, frente a todo lo que eras antes de ser madre, cuando todo sucedía cómo normal o de rutina. Las prioridades, las preocupaciones, las responsabilidades, el horario, las decisiones. Todo ello, visto siempre desde el lado más noble de la balanza, puesto para que las cosas sucedan a partir de las necesidades y de la crianza de tu cría.
Yo, ya no soy sólo yo. Mi cerebro se programó para tres horas más adelante de la hora que estoy viviendo ahora. Veinticuatro siete en alerta. Ojos y oídos en acción.
Y también mis objetivos de vida, las opiniones sobre todo y sobre lxs otrxs.
Mi forma de sentir el mundo. Mis sueños.
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