Concientización del autismo
- aymamucha
- 5 may
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 8 may
Este es el relato de Jacqueline Cordoba
El día que recibimos el diagnóstico de Lucio, todo pasó a segundo plano.
De repente estábamos subiendo a una montaña rusa de la que nada sabíamos, y parecía ser de esas muy altas con muchas curvas y con muchos momentos de cabeza.
Pensarnos ahí arriba, y pensarnos ahí para siempre, daba miedo.
Después de un par de vueltas con miedo, tristeza y también enojo, nos propusimos correr a un lado todo eso y ocuparnos. No preocuparnos. Porque dudamos de muchas cosas, y el camino está lleno de desafíos e incertidumbre, pero de lo que no dudamos es de que queremos a un Lucio, feliz.
Un Lucio que crezca con la seguridad de que siempre vamos a apoyarlo, que sepa que todas las personas somos diversos y eso es lo divertido de la vida.
Queremos un Lucio con derechos, con oportunidades, que sepa de la amabilidad, el compañerismo, la amistad y el amor.
Queremos conocer los intereses de nuestro Lucio, y potenciarlos. Queremos que Lucio tenga todas las herramientas para que nunca, jamás, nada ni nadie pueda categorizarlo, aislarlo o definirlo.
No vamos solos en la montaña rusa, y eso nos da la fuerza para dar todas las vueltas que haya que dar, para lograr el Lucio que queremos o el Lucio que Lucio quiera ser.
La montaña rusa viene cargada de la familia que entiende nuestros tiempos y espacios, que abraza, que investiga y propone. Viene cargada de esos amigos que adoptaron un sobrino, y dedican tiempo, amor y momentos. Viene cargada de especialistas, terapistas, y profesionales que con amor y dedicación nos marcan el camino. Viene cargada de la gente que nos pone el oído cuando estamos cansados de tantas vueltas…
Y viene cargada de un montón de avances.
De miradas sostenidas, sonrisas contagiosas, juegos compartidos, y palabras nuevas.
Y en cada uno de esos momentos, en el que el corazón sonríe, miramos para atrás a aquel día de nuestra primera vuelta cuando íbamos cargados de muchos “no vamos a poder” y le decimos al autismo: ¡pudimos, y podremos con más!
Mundo sé amable.
Comentarios